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22 septiembre 2008

LA CHANCHI DICE...

AY AY AY COMO ESTA EL MUNDO...
DOCENAS DE MILES DE MILLONES PARA SALVAR A LOS BANCOS, NADA PARASALVAR A LAS PERSONAS
El Banco Central Europeo acaba de inyectar docenas de miles demillones de euros en los mercados para salvar a los bancos. Solo70.000 millones en un solo día, y muchos más en los anteriores ysiguientes. La Reserva Federal ha hecho exactamente igual: llegó ainyectar 50.000 millones de dólares en una jornada, y tamben otrosmuchos miles de millones de recursos públicos para hacerse cargo delas pérdidas de bancos en quiebra o para refinanciar a otros que estánhasta el cuello como consecuencia de sus operaciones arriesgadísimas.Es verdad que estos bancos centrales no ponen dinero a disposiciónlibre de los bancos en crisis, sino que lo que hacen es proporcionarfinanciación, la mayoría de las veces a través de fórmulas muysofisticadas, que en realidad no suponen que aumente la disposiciónefectiva de dinero de quien lo recibe. Pero, en cualquier caso, estasinyecciones de liquidez en los mercados suponen una válvula de escapepara los bancos, que gracias a ello pueden seguir realizando susoperaciones habituales y, en consecuencia, continuar obteniendo nuevosy más altos beneficios.Se trata de operaciones que solo agravan el problema. En primerlugar, porque lo que hacen los bancos con esa liquidez es continuarcon lo que hoy día saben y les conviene hacer: especular con productosfinancieros muy arriesgados (como las hipotecas subprime o los"paquetes" compuestos con ellas) que son los que han provocado lacrisis. Y, en segundo lugar, porque así no abordan la cuestión defondo fundamental: acabar de una vez con la regulación tramposa que hapermitido que las finanzas internacionales sean un auténtico espacioopaco de chanchullos, de engaños, de corrupción, de opacidad y deriesgo extraordinario aunque muy rentable para los bancos yespeculadores.Estas dos circunstancias son las que permiten afirmar sin ningúngénero de dudas que los bancos centrales han sido, primero,corresponsables de la crisis (por haber establecido la regulación queha permitido que pase lo que ha pasado); luego, cómplices de losbancos que han llevado a cabo las operaciones que han provocado lacrisis (por hacer oídos sordos a las demandas de intervención que sese han hecho para evitar las corruptelas y el riesgo); y, a la postre,pirómanos metidos a bomberos (por aplicar políticas y tomar decisionesque no hacen sino alimentar la crisis que dicen abordar).Por todo ello, los bancos centrales, sometidos como hoy día lo están ala ideología ciega de los neoliberales que los gobiernan, se hanconvertido en unas instituciones verdaderamente negativas y peligrosaspara la estabilidad de la economía mundial.Pero no solo por esas razones.Hay que tener muy poca vergüenza, una falta de sensibilidad infinita yun cinismo visceral para estar haciendo todo eso para favorecer a losbancos propiedad de los más ricos del mundo y, al mismo tiempo, notener más discurso que demandar salarios más bajos y austeridad paralos que menos tienen. Y, por supuesto, hay que tener una sangre muyespecial para ser capaces de estar proporcionando a los mercadosbancarios cientos de miles de millones de dólares de financiaciónprivilegiada y no tener ni un miserable euro, ni un podrido dólar paraponerlo a disposición de los 900 millones de hambrientos del planeta,de las poblaciones pobres de Haití, de Cuba que padecen los destrozosde los huracanes o de otros países que pasan sufrimientos de todotipo.Tienen todo el poder y el dinero, pero carecen de la generosidad y dela sensibilidad que diferencia a los seres humanos de los animales.Son eso, animales programados solamente para ganar dinero: dispuestosa darlo todo para salvar a los bancos, pero incapaces de dar nada parasalvar a las personas.Lo que está pasando en nuestro planeta es realmente increíble: losorganismos internacionales, las ONG, miles y miles de personasreclamamos solidaridad, ayuda, cooperación, un reparto más equitativode la riqueza, sensibilidad ante e sufrimiento ajeno. Y los gobiernosy los bancos siempre dicen lo mismo: que no hay dinero, que hay querecortar gastos, que no es bueno que los estados intervengan... Locontrario de lo que hacen cuando los necesitados son los ricos.Entonces, todo es ayuda y los discursos de antes se olvidan.Un discurso cínico y criminal contra el que es preciso que losciudadanos nos rebelemos de la manera que sea con toda nuestra fuerza.
Juan Torres López
Catedrático de economía aplicada.

1 co-opiniones:

Sara M dijo...

Sin menospreciar la gravedad de la realidad que nos acecha: me encantan estas fotos porque tenemos tod@s cara como de felicidad!! Que tiempos!!